Cuán insondable es, a veces, el alma humana.
Y descubrimos, queriendo o por tal vez una extraña casualidad, recovecos insospechados, pliegues desconocidos.
Y debemos transitar esos parajes aunque lo que veamos no nos agrade.
Necio, necio.
Sólo la humildad, el reconocimiento de los propios errores, nos reconducirá a la senda de la virtud.
Si alguna vez fui amado por vosotros, mi eterno agradecimiento.
La vida es un SACO SIN FONDO.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Rafamo!
ResponderEliminarQué trascendental te me has puesto.
Tienes razón, como siempre en todo.
Para mí sigues presente a diario en mi cabeza y en mi corazón.
A veces la vida nos lleva por otros caminos más importantes, ineludibles y tenemos que dejar a un lado aquello (aunque lo añoremos) que no es to principal.
Te entiendo perfecto.
Deseo que todo vaya bien, recuerda que estás a diario junto con tu familia en los brazos de mi Guadalupita.
¡Abrazos fuertes!
28 de noviembre, Rafamo ¡un fuerte abrazo!
ResponderEliminar